El hotel Coolrooms Atocha se convirtió en la embajada de Costa Rica en Madrid.

No solo porque allí estaba su Embajadora, Ana Helena Chacón, sino porque el murmullo de su fuente y la frondosa vegetación de su jardín.

Ese inesperado y aún no tan conocido vergel en el centro de la capital es, en estos tiempos pandémicos, lo más parecido a un viaje a Centroamérica. Eso les pareció a los invitados.

Incluso al propio D. Gustavo J. Segura, Ministro de Turismo de Costa Rica, a quien “tanto verdor me recordó un poquito a mi patria”, ese país que “aunque chiquitico, representa un 6,5% de la diversidad del planeta y cuenta con una cuarta parte de su territorio bajo alguna forma de protección”.

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